Aunque más conocido como dramaturgo, Michel de Ghelderode escribió, al principio de su carrera, varios libros de cuentos. Años más tarde, cuando decidió dar por terminada su tarea como autor teatral, volvió al género narrativo con los relatos que componen Sortilegios.
A través de estas extrañas y alucinadas historias se expresan, como en ninguna otra obra, las angustias y las obsesiones que atormentaron a su autor. Con Sortilegios recuperamos la mejor narrativa de uno de los grandes escritores de la primera mitad del siglo XX.