El papel del monacato en el proceso de cristalización de Europa y su largo protagonismo en la cultura medieval, así como sus formas de influencia posterior en la cultura y en la vida del mundo cristiano, han ido dejando a lo largo de los siglos una huella de piedra en la realidad material de los cenáculos, de los monasterios y de los conventos que en cada momento sintetizaron la relación de una idea única, con las circunstancias históricas de ese mundo exterior.
El libro del profesor Braunfels analiza esa tradición arquitectónica y sus causas desde las primeras fundaciones benedictinas, pasando por las reformas de Cluny y del Císter, hasta las realizaciones de las ódenes mendicantes a fines de la Edad Media, con la prolongación de esas tradiciones en el mundo barroco, en el romanticismo y en el mundo contamporáneo, hasta las realizaciones de Le Corbusier.